jueves, 15 de noviembre de 2007

EN RESCATE DE HONORIO SICCARDI

A 110 años de su nacimiento
EN RESCATE DE HONORIO SICCARDI

Un músico excepcional, integrante una de las mayores apuestas de renovación de la música a principios del siglo XX. Otro de nuestros artistas que no han recibido el suficiente reconocimiento.

DOLORES, 11.09.07. Este 13 de septiembre se cumplen 110 años del nacimiento de uno de los músicos más importantes de la Argentina; quien, como a menudo sucede en nuestro país, es también poco conocido. Buena parte de su actividad de docente, compositor e investigador en musicología la realizó desde Dolores, por eso se están preparando homenajes para reactivar su figura en la memoria colectiva. En lo que fue su casa y su estudio, su hijo “Chiquito”, músico también él, abre un archivo en el que conviven los recuerdos familiares y la memoria de un músico que fue maestro de músicos de la talla de Washington Castro –director de la orquesta sinfónica de Mar del Plata- y compañeros de experiencias de otros como Gilardo Gilardi, Juan José Castro, José María Castro, Juan Carlos Paz. En la casa de la calle Aristóbulo del Valle, su hijo despliega cartas de Juan Filloy o de Xul Solar y dibujos dedicados de Petorutti o de Castagnino, muestra fotografías, abre diarios escritos con una caligrafía prolija en la que anotaba día por día tanto los avances del alumno que unas horas antes se había acercado a tomar una clase como las críticas filosas contra “la Academia”, ejemplo de incomprensión de las nuevas propuestas musicales que Siccardi, integrante del famoso grupo “Renovación”, propuso a la música argentina.

“En una pequeña ciudad se puede crear”
Honorio Siccardi nació en 1897, en Buenos Aires, y luego de estudiar piano con maestros como Pablo Beruti y Ernesto Drangosh, se instaló en Italia donde fue alumno de composición del maestro Gian Francesco Malipiero. Nunca interrumpió la correspondencia con su maestro, aunque a decir verdad, la escritura parece haber sido otra de las pasiones de Siccardi. “Se la pasaba escribiendo, se conservan miles de cartas, sin contar los diarios y, por supuesto, las obras”, explica su hijo. La innovación y el estudio constante fueron las pasiones de su vida.
Siccardi eligió instalarse en Dolores, una pequeña localidad de provincia, donde crió a su familia y actuó allí como docente en las escuelas secundarias de la ciudad. Para su hermana, Elvira, quien escribió una biografía del músico, comenta que: “[...] no le resultaba indispensable vivir en Buenos Aires en forma permanente para realiza su obra. En adelante, fecharía sus cartas y sus obras en Dolores para demostrar que en una ciudad del interior del país se puede crear, posiblemente, mejor que en Buenos Aires”.

Datos, números y cifras
Ana María Otero de Scolaro, especialista en Teorías Musicales de la Universidad de Cuyo, ha recopilado la obra de Siccardi en un minucioso catálogo.
Según la investigadora, Honorio fundó 16 coros, la primera biblioteca musical, el primer archivo musical, revistas musicales y entidades para la difusión de la música. Publicó artículos musicales en diarios y revistas especializadas en el país y el extranjero.
En cuanto a su actividad como compositor, se registran obras de diferentes tipos: música para teatro, orquesta, coro y orquesta, música de cámara, voz y piano, piano, flauta-viola-violonchelo y violín, música coral, obras musicológicas, tratados y traducciones. Según Otero de Scolaro, la mayoría de la producción de Siccardi permanece en general inédita y sin difusión, salvo algunas obras impresas para piano, música coral, voz y piano y música de cámara. Existen varias composiciones sólo conocidas por referencias escritas. El catálogo, que Otero de Scolaro define como “abierto”, abarca 30 páginas que recorren su obra desde 1921 hasta poco antes de su muerte, ocurrida en 1963.

El grupo Renovación
Entre 1929 y 1944, funcionó en nuestro país el grupo musical Renovación. Para el investigador Guillermo Scarabino, este grupo representa “la manifestación argentina por antonomasia de este movimiento renovador, iniciado en Europa en la postguerra de 1918 y que, ya en los primeros años de la década de 1920, había extendido su influencia a nuestro continente, comenzando por los Estados Unidos de Norteamérica”.
La época en que nace Renovación coincide con una intensa actividad renovadora en las letras, la música y la plástica. Por ejemplo, Renovación hace su presentación auspiciados por el grupo Amigos del Arte que tenía su sede en la famosa galería Van Riel. Eran las épocas en que Borges volvía de Europa imbuido del ultraísmo y se constituía una estética literaria diferente en torno a la revista Martín Fierro.
Siccardi ingresa al grupo en 1931. La correspondencia, otra vez, vuelve a confirmar la actividad del grupo que consistía en escuchar, comentar y reconocer las obras de cada uno de sus integrantes, al tiempo que recibir también en sus encuentros a otros artistas con Xul Solar o Pettoruti, quien les regaló el logo con que se identificarían.
Dentro de este grupo, según Scarabino, Juan Carlos Paz y Honorio Siccardi fueron los que más se destacaron por la publicación y la realización de conferencias públicas. El enfrentamiento contra la “burocracia musical”, a la que acusaba de “pseudos-nacionalistas”, lo manifestó en una conferencia de 1933, cuando señaló: “lo que no entiendo es la imposición de seguir exclusivamente una línea única sobre la base de lo autóctono, copiándolo, comentándolo o constituyéndolo en guía que presida todo acto con pretensiones de creación”. Para rematar, con feroz ironía, se pregunta: “[...] si Ravel no era francés, porque trató temas populares españoles, vascos y griegos; yo creo que también Schöenberg debe ser un mal patriota y pobre compositor porque no es más que un Bach moderno”.

Gabriela Urrutibehety

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